Sobre mí
Fui criada en una familia de comidas caseras con una inmensa variedad de sabores, donde la mesa familiar era el espacio de comensalidad para compartir y conversar. Mis padres, como todas las personas a cargo de la alimentación de un niño, instalaron en mí montones de pautas alimentarias sin siquiera darse cuenta: qué es comida y qué no, qué se come con qué, qué comidas son festivas y cuáles cotidianas, y hasta qué significado o lugar le doy a la comida en mi vida. Sólo cuando empecé a trabajar con pacientes me di cuenta del buen vínculo con la alimentación y con mi cuerpo que ellos me enseñaron.
A los 18 años me fui de Trelew, mi pequeña ciudad, a la gran Buenos Aires. Mis años de universidad me dieron mucho más que el conocimiento académico de nutricionista. Fueron años de trabajar en mí misma para lograr lo que me proponía, entendí que todos somos diferentes y que muchas veces el otro nos complementa, descubrí que avanzar es suficiente aunque falte mucho para la meta, tuve que usar esa energía que es la frustración en levantarme e intentar de nuevo en vez de quedarme paralizada y enojada… fueron años de crecimiento personal que me permitió verme a mí misma y a los demás desde una perspectiva integral, donde las costumbres, las emociones, lo simbólico, lo propio y lo cultural atraviesan las decisiones y acciones de vida. Volví a mi cuidad natal con un título universitario, un diploma de honor por los méritos académicos y personales, y con una gran cantidad de herramientas intra e interpersonales que ni siquiera había ido a buscar, pero que establecieron mi forma de trabajo.
Siempre seguí formándome, pero mi segunda universidad ha sido la experiencia. Trabajé con grupos de personas dando clases universitarias, y también con individuos en hospitalización domiciliara. Pude ejercer sola en práctica privada y también como parte de un gran equipo de nutricionistas en el Ministerio de Educación de Chubut, tuve que armar charlas para aldeas con menos de 100 habitantes y también para pararme en un escenario TEDx… Aprendí que si quiero ayudar a otros a mejorar debo acercarme hasta ellos y desde ahí recorrer el camino a su lado, alentando sus fortalezas y ayudando en sus debilidades. Los pacientes y la experiencia me trasformaron, me hicieron poner la teoría en pausa para escuchar lo que sucede en la vida real, me enseñaron que la empatía los lleva mucho mas lejos que las culpas, que tendré que flexibilizarme de mil modos porque en cada persona que pretendo ayudar hay un mundo diferente, y que lo que sé no se expande si no puedo trasmitirlo de una manera que el otro lo comprenda…
Hoy ejerzo con un pie en lo académico y el otro en lo humano, ayudando a las personas a construir los hábitos que les permiten vivir la alimentación de una manera que les hace bien, que los acerca a la salud, sin estrés, hambre ni tensión, sino generando el bienestar que la salud en sí misma implica…
En LinkedIn encontrarán el CV con mi formación, los invito a usar todas estas herramientas para empezar a mejorar su salud!