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  • María Lafosse

Pensando en el Día Mundial de la Alimentación

A mí me gusta aprovechar los "Días de” para reflexionar, y en el Día Mundial de la Alimentación tenemos mucho que reflexionar:

Alimentarse es mucho más que nutrir al cuerpo, e implica montones de aspectos entrelazados de manera única en cada individuo, tan complejo como somos de complejos los seres humanos.


A la ciencia le falta saber muchísimo sobre alimentación y salud, los paradigmas cambian a medida que la ciencia avanza y hace falta estar dispuestos a desandar sobre lo aprendido y seguirle el ritmo a esa realidad dinámica.


Uno de los mayores males de hoy es la desinformación por exceso de información falsa. La gente sin la formación adecuada hablando de temas que no maneja, que copia lo que dicen los profesionales pero lo descontextualiza, lo aplica mal o ni siquiera lo copia como era son uno de los peores virus que podemos tener, hace algunos años que los profesionales no sólo tenemos que enseñar sino que tenemos que ocuparnos de combatir el mal conocimiento que haya adquirido la persona anteriormente. Por favor, hoy más que nunca es importantísimo elegir de dónde informarnos y dejar de seguir y leer cuentas en redes sociales de personas que hablan sólo desde una opinión personal, sin formación. Si vas a elegir qué comer para darle salud al cuerpo también elegí qué información recibir para darle salud a tu mente.


Como humanidad llegamos a producir más alimentos que los que necesitamos para alimentar a cada ser humano, pero aún existe el hambre porque no todos tienen acceso a esos alimentos.


De los alimentos que se producen en el mundo un tercio va a parar a la basura. Con la mitad de eso podríamos alimentar a toda la población mundial cuya realidad es el hambre y sus consecuencias.


Una buena parte de nuestra industria alimentaria incluye trabajo esclavo y condiciones laborales insalubres, como el trabajo infantil en las producción de yerba, por poner un ejemplo.


Los sistemas de producción que más se utilizan no son sostenibles, toman más del planeta de lo que le permiten regenerar, por lo que cada vez podremos producir menos…


La organización de nuestra sociedad, la falta de políticas ambientales y los modos de vida que tenemos producen más desechos de lo que el planeta puede deshacerse: no sólo quitamos nutrientes de la tierra que no devolvemos, sino que además la agregamos plástico y otros contaminantes como agrotóxicos, y luego ¡ahí mismo producimos lo que vamos a comer!


La industria alimentaria tiene un peso tan importante que hoy en día ellos mismos forman parte de la determinación de políticas alimentarias, dificultando así que las mismas sean completamente en pro de la salud, y atravesando las decisiones de los gobiernos con las millonadas de dinero que mueven. Así por ejemplo no logramos mejores etiquetados que permitan a población elegir a conciencia, o limitaciones mayores en la publicidad de alimentos no saludables.


La ley del mercado rige la industria de los alimentos, no la rige la salud: si querés alimentos mas saludables y producidos con mayor conciencia ambiental tendrás que subir la demanda de los mismo. Mientras consumas chatarra y estés dispuesto a pagar por eso ¡eso producirán!


Alimentación consciente es también entender que lo que somos influye en el medio en el que vivimos. Tomar conciencia, aprender, tomar medidas poco a poco y divulgar pueden ayudarnos a ser una sociedad (o “gran conjunto de individuos en completa interacción”) más saludable.

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