Varias Guías Alimentarias, y consejos nutricionales hablan de que al comer solos tomamos peores decisiones, comemos más de la cuenta, elegimos peor calidad de comida, o nos salteamos la merienda porque no hay un alguien que nos espere para ello, y terminamos no encontrando el momento para merendar en medio de nuestra rutina. El tema es que la compañía, lo que en nutricion llamamos la comensalidad, el compartir la mes, aporta mucho más que beneficios nutricionales. Porque la comida nos nutre el cuerpo, pero compartir el momento de la comida nos nutre el alma. Sentarse a la mesa parece una cosa menor pero es el único momento del día donde todos los que vivimos en casa hacemos la misma actividad, ya que durante el día cada uno anda en su mundo. En cambio el comer juntos es casi como estar jugando un juego de mesa, donde compartimos lo que hay, donde yo te sirvo más a vos, y vos me alcanzas tal cosa a mí, y sobre todo: ¡donde hablamos!
Esa pequeña charla cotidiana que se da durante la comida es como las fogatas de las antiguas tribus donde los ancianos enseñaban su sabiduría a los más jóvenes. Hoy, en vez de contar fábulas, contamos qué hicimos o que sucede en nuestras vidas, pero en ese decir decimos mucho más de lo que pensamos: por ejemplo cuando yo cuento que "hoy atendí a mis pacientes y muchos mejoraron sus hábitos y están más sanos" enseño que la salud es lo que vale -y no la estética-, que hay que cuidar los hábitos y no el peso, que a veces las mejoras son poco a poco pero que también sirven -enseño constancia-. Transmitimos valores, maneras de ver el mundo, principios al hablar, y generamos vínculos con el/los otro/s ya que nos damos a conocer, nos expresamos y escuchamos al otro. Se tejen lazos entre bocados y charlas.
Durante mi infancia en los almuerzos cada uno tenía unos minutos para contar lo que quisiera️, me enseñaron así a expresar lo que pienso, a que puedo contar con mi familia, y que lo que digo tiene valor… bastante más que a alimentarse, ¿no?
Es importante que los que estemos en casa al horario de desayuno, almuerzo, merienda o cena nos sentemos juntos, compartamos el momento y demos lugar a esta charla. Sí, hay que apagar la televisión y los teléfonos, sino quien toma la voz en nuestra pareja/familia es la actriz de la novela, el conductor del programa o el grupo de WhatsApp, tapando nuestras palabras. ️El momento de comer nutre el cuerpo, nutre el alma y nutre los vínculos, ¡a aprovecharlo!
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